Este fin de semana, decidí ver «Napoleón» (2023), la última película de Ridley Scott que aterrizó en Apple TV+ y Prime Video. Con Joaquin Phoenix interpretando al emperador francés y Vanessa Kirby como Josefina, la trama se centra en la relación entre ambos y en el ascenso meteórico de Napoleón.
Lo que me gustó
La película es visualmente impresionante. El maquillaje, vestuario y peluquería transportan al espectador directamente al siglo XIX. La interpretación de Vanessa Kirby como Josefina es destacada, estableciendo una química palpable con Joaquin Phoenix, quien también ofrece una actuación sólida.
Lo que no me convenció
La película tiene una duración considerable de dos horas y treinta y ocho minutos. La primera hora es vertiginosa, lo que puede resultar abrumador. En las dos partes siguientes, la historia se vuelve repetitiva, aunque está bien lograda. Además, la película es bastante explícita, mostrando mares de sangre y altibajos emocionales del protagonista. Este se presenta como un tremendo estratega en la guerra y al mismo tiempo con una completa dependencia emocional de su pareja.
Opinión final y calificación
En resumen, «Napoleón» es una película visualmente apabullante y épica, donde Ridley Scott erige su particular «Barry Lyndon» (1975). Es una película ambiciosa y arriesgada, donde uno se queda atónito ante la magnificencia de lo conseguido por Scott a la hora de retratar los acontecimientos bélicos. La edición de sonido es increíble, haciendo que retumbe la sala con los centenares de cañonazos que se vislumbran a lo largo de las distintas batallas. Sin embargo, la duración y la repetitividad en la trama pueden hacer que la experiencia sea un poco pesada.
Calificación: 3/5. Interesante, pero le falta fuerza y coherencia.