Acabo de sumergirme en Mentes Poderosas, esa apuesta distópica del 2018 que, para ser honesto, parece haber pasado sin dejar mucha huella. Disponible en Disney Plus, me adentré en este universo juvenil de ciencia ficción esperando lo mejor… pero me encontré con algo que ya había olvidado por una buena razón. Es la típica película de domingo, ideal para esos momentos de pereza en los que si te quedas dormido, no te perderás de mucho.
Aspectos Positivos
La película comienza con fuerza. La trama tiene ese toque juvenil que logra engancharte de entrada, y aunque es predecible, el ritmo inicialmente resulta entretenido. Se siente una chispa de originalidad en cómo se nos presenta este futuro distópico, y algunos personajes logran brillar en sus primeras apariciones. La introducción del grupo de chicos con habilidades especiales genera cierta expectativa, y hasta el romance incipiente, aunque forzado, se siente parte del paquete típico de este tipo de películas.
Aspectos Mejorables
Sin embargo, esa magia se va desvaneciendo rápidamente. Lo que arranca como una historia intrigante cae en el pozo del cliché juvenil distópico. El romance entre la protagonista y uno de los chicos resulta demasiado inverosímil y rompe con el ritmo. Además, los personajes clave son olvidados o maltratados por el guion: la Dra. Cate desaparece gran parte del tiempo y reaparece solo al final como si nada, y Zu parece existir solo para cumplir una cuota, sin aportar realmente a la trama. Y claro, no podemos olvidar lo más problemático: ya hemos visto esta historia antes. Chicos con poderes especiales enfrentando un mundo roto… lo mismo de siempre desde Crepúsculo, sin ofrecer algo que realmente destaque.
¿La Recomendación?
En resumen, Mentes Poderosas no es ni buena ni mala, simplemente es una película más en el género distópico juvenil. No es una cinta que te marque o te haga reflexionar profundamente, pero si buscas algo ligero que no requiera demasiada atención, puede cumplir con ese propósito. Mi calificación: 2.5/5. Apta para una tarde de sofá, pero no esperes demasiado.