Alguna vez te han soltado esa frase? O peor aún, ¿te la han soltado a ti justo después de que confesaste tus sentimientos más sinceros, como si fueras un niño de primaria, esperando que te devolvieran un dulce beso? Claro, la vida tiene su forma muy sutil de decirnos “lo siento, pero no, mejor no”. Pero lo que realmente me molesta de esta frase es lo que se esconde detrás: No estás suficientemente bien como para una relación seria conmigo. Porque, claro, no es que la persona no este lista, muchas veces, es que simplemente no te ven como alguien con quien puedan tener algo real.
Te cuento una historia: Hace unos años, conocí a alguien que me encantaba. Las primeras citas fueron como un sueño: risas, química, conexión. Y un día, mientras yo, el eterno optimista, me armaba de valor para confesar lo que sentía, me soltaron la bomba: “Me gustas, eres increíble, pero no estoy buscando una relación seria ahora mismo”. ¡Aplausos! Un clásico.
¿Y qué pasó después? No lo vas a creer: cinco días después, me entero por Facebook (¿cómo no?) que esa misma persona acaba de encontrar el amor de su vida… ¡en la misma discoteca donde a mí me rechazaron! Lo juro, si hubiera tenido una webcam instalada en ese momento, habría captado perfectamente el cambio de expresión en mi rostro, entre la sorpresa y la incredulidad. Ah, claro, el amor de su vida apareció justo después de que yo le contara que estaba interesado. Casual, ¿no?
Ahora, por supuesto, soy un adulto maduro, zen y todo eso. Así que me reí, no por la situación, sino por el sarcasmo de la vida. Porque lo cierto es que esa frase de “No estoy buscando una relación seria” es un comodín que te permite salir del apuro, pero no nos engañemos, es un «no» tan elegante como una bomba de humo. Y aunque te hace sentir el rey del drama, también te lo quitan todo, pero de la forma más gentil posible.
Y lo peor de todo: yo también lo he dicho.
Sí, lo he dicho. Cuando no quiero hacerle daño a alguien, cuando no sé qué hacer con mis propios sentimientos, lo suelto: “No estoy buscando una relación seria”. Y así, con ese toque tan sofisticado, escapamos de la responsabilidad. Nos libramos de la incomodidad. El problema es que esta frase, tan pulida y pulcra, en realidad está llena de subtexto: «La verdad es que no encajas en mi vida de la forma en que me gustaría», o «Ya estoy viendo a otra persona», o “Me atraes, pero… meh”.
Así que, cuando te lo digan, no te frustres. Agradece, en serio. Porque esa frase tiene un poder liberador. Es el pase directo a la salida del juego. Es como el árbitro que te dice “no, no, no… fuera de juego” cuando ya estábamos a punto de marcar el gol de nuestras vidas. Al menos, eso es lo que me ha tocado pensar después de recibir la frase en cuestión.
En resumen: lo mejor que puedes hacer es tomártelo con humor, como un chiste de mal gusto que al final, te hace una favor. Porque si te lo dicen, es porque no hay química y lo mejor que puedes hacer es dejar que se vayan con su excusa y encontrar algo que realmente te haga sentir que te has ganado el partido.
Eso sí, la próxima vez que te suelten el “No estoy buscando una relación seria”, añade mentalmente la frase “No estás listo para una relación seria CONTIGO, pero tranqui, todo bien…».