En esta ocasión, Netflix logró captar mi atención con «Interior Design Master», un concurso donde un grupo de diseñadores y aspirantes se enfrenta al desafío de transformar espacios comunes en obras de arte que parecen salidas directamente de una revista de diseño de interiores. Al principio, la premisa me hizo pensar: ¿Por qué sumarme a otro reality de diseño? Pero, después de ver el primer episodio, entendí rápidamente la razón. Para mí, es como tener un Pinterest en movimiento, solo que con la emoción añadida de ver la transformación en tiempo real.
Es como cuando veo películas que me encantan más por la banda sonora que por la trama (sí, Sonic, te estoy mirando). Este programa es mi oportunidad de ver cómo se pueden transformar espacios en algo increíble sin necesidad de pasar horas buscando inspiración en las redes.
Lo que me gustó
Lo que realmente me atrapó de este reality fue la creatividad que destilan los participantes. Es impresionante ver cómo logran tomar espacios comunes y, a través de pequeños detalles, transformarlos en ambientes que parecen sacados de una revista de diseño de interiores. Cada episodio está lleno de momentos de inspiración, y más de una vez me encontré pensando “¿Por qué no pensé en eso para mi casa?”. Las combinaciones de colores, los estilos inusuales, y las soluciones prácticas me dejaron con ganas de poner manos a la obra en mi propio espacio. Además, la competencia entre los diseñadores realmente te mantiene pegado a la pantalla, porque no solo están creando belleza, sino que también tienen que pensar en funcionalidad y en el reto de cumplir con los gustos y expectativas de los clientes.
Lo que me pareció un desacierto
Sin embargo, no todo fue perfecto. Aunque disfruto de las transformaciones, a veces me sentí un poco cansado de algunos giros inesperados que parecían más diseñados para crear drama que para mostrar talento. Los cambios abruptos en los retos y las decisiones de los jueces a veces no parecían tener una lógica clara, lo que me sacaba de la experiencia. Un poco más de consistencia en la dinámica habría hecho que la serie tuviera más ritmo, pero, en general, esos detalles no arruinaron mi disfrute.
Mi opinión final
En resumen, «Interior Design Master» me dejó bastante satisfecho. Si te gustan los realities de diseño, este es un must. La creatividad de los concursantes es realmente lo que me mantiene enganchado. Eso sí, me quedó la curiosidad sobre cómo sería una versión latina de este programa, dado que las diferencias culturales y los gustos varían tanto entre la región latina y la propuesta inglesa del programa.
Mi calificación es 3.5 sobre 5.0. Aunque algunos giros me sacaron un poco del flow, sigue siendo una gran fuente de inspiración para todos aquellos interesados en el diseño de interiores. ¡Y seguro que me inspira a aplicar algunas ideas en mi hogar!