Feos: Una distopía que no despega (y no debería) – Netflix

Entré a ver Feos básicamente porque Netflix no dejaba de ponérmela en la pantalla de inicio. Dije, «Le daré una oportunidad», pero lo que empezó como curiosidad acabó siendo un completo chasco. La premisa de que en un mundo distópico serás más o menos feliz dependiendo de si eres guapo o feo, sinceramente, es una de las cosas más ridículas que he visto en mucho tiempo. Si esto es lo mejor que los guionistas de Netflix pueden ofrecer, tal vez es hora de hacer una buena limpieza en la plantilla.

Aspectos Positivos

Voy a ser justo. Visualmente, Feos tiene momentos que funcionan. La película está dirigida por McG, conocido por su trabajo en películas de acción como Los Ángeles de Charlie, y la producción es, al menos, decente en términos de diseño de escenarios y algunos elementos del vestuario. El concepto de una sociedad donde todos deben ser físicamente perfectos tiene su atractivo en cuanto a crítica social, aunque muy mal ejecutado.

El elenco cuenta con Joey King en el papel principal, acompañada de Keith Powers, Chase Stokes y Laverne Cox. King, a quien ya hemos visto en películas como El Stand de los Besos y The Act, hace un esfuerzo por darle vida a un personaje atrapado entre la conformidad y la rebelión, pero su actuación está limitada por un guion que no le da mucho con qué trabajar. Cox, por otro lado, interpreta a la villana del laboratorio donde se realizan las transformaciones genéticas, pero aquí es donde la película comienza a caerse a pedazos.

Aspectos Mejorables (y muchos)

Aquí es donde la cosa se complica. El guion es flojo, muy flojo. La trama de que tu felicidad depende de si eres guapo o feo suena simple y superficial, pero lo peor es que nunca profundizan en las implicaciones sociales de este mundo distópico. ¿De verdad alguien pensó que en 2024 esta premisa podía sostener una película de casi dos horas? Encima, los efectos especiales son de una calidad que te hace preguntar si estamos en 2005, porque el CGI es tan pobre que parece sacado de una película de bajo presupuesto.

El ritmo de la película es desastroso. Hay personajes que entran y salen de escena sin ningún desarrollo. Algunos simplemente parecen aparecer porque sí, y luego desaparecen sin dejar rastro. Ni hablar de la villana, que siendo dueña de un laboratorio de transformaciones genéticas, todavía tiene «fallos» en su propio físico, lo cual no tiene sentido considerando que la trama trata precisamente de borrar esas imperfecciones.

¿Incluir por inclusión? A ver, la inclusión es algo positivo, pero esta película se siente como si estuviera intentando tachar casillas a lo loco para no ofender a nadie. Y sinceramente, empieza a ser agotador cuando los personajes se sienten metidos a la fuerza solo para cumplir con ciertas expectativas. No se trata de ofender, pero hay maneras más sutiles y naturales de incluir diversidad en una trama. Aquí simplemente se siente forzado y descontextualizado.

¿La Recomendación?

Mi conclusión final es que esta película es una pérdida de tiempo. Y lo peor es que te deja con un final abierto, como si tuvieran esperanzas de una secuela. Pero viendo las críticas, estoy seguro de que Netflix la cancelará antes de siquiera pensar en continuar la historia. Así que sí, he perdido 1 hora y 42 minutos de mi vida que no recuperaré, pero al menos puedo advertirte a ti para que no cometas el mismo error.

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