Estoy harto de mi ansiedad, así que voy a probar esto

Llevo semanas sintiéndome atrapado en un loop de pensamientos que no paran. Trabajo, lo que sigue, lo que no he hecho, lo que podría salir mal, lo que debería estar haciendo mejor… Y así todo el día. La ansiedad me está consumiendo, y aunque no es algo nuevo, esta vez no quiero simplemente dejar que pase.

Así que, en lugar de seguir dándole vueltas, voy a probar algo diferente. No desde la idea romántica del mindfulness como ese estado zen donde todo fluye y la paz interior te ilumina (ojalá), sino desde herramientas reales que puedan ayudarme a bajar la velocidad mental sin convertirme en monje budista.

Estas son las cosas que voy a empezar a hacer, a ver si funcionan y me ayudan a mejorar esta ansiedad que últimamente me tiene agotado:

  • La Regla del 5-4-3-2-1. Cuando la cabeza está a mil, hay que volver al presente. Se supone que esto ayuda: mirar cinco cosas a tu alrededor, escuchar cuatro sonidos, tocar tres texturas, identificar dos olores y notar un sabor. Es como decirle a la mente “bájale, estamos aquí y no en el apocalipsis que te estás inventando”.
  • Cerrar sesión mental al final del día. La peor parte de la ansiedad laboral es que sigue contigo cuando ya no estás trabajando. Voy a probar escribir lo que logré en el día (así sea haber respondido un solo correo), anotar lo importante para mañana y cerrar la compu sin culpa. A ver si así mi cerebro entiende que puede dejar de hacer checklists a la medianoche.
  • Respirar, pero en serio. No en plan “inhala, exhala y todo se resuelve”, pero sí con una técnica que parece efectiva: inhalar en 4 segundos, sostener el aire otros 4, exhalar en 4 y esperar 4 antes de volver a empezar. Se supone que calma el sistema nervioso, y como mi sistema nervioso está en huelga desde hace semanas, lo intentaré.
  • Hacer una cosa a la vez. El multitasking es el enemigo. Ponerme a hacer mil cosas a la vez solo me deja con la sensación de que no terminé nada. Así que si estoy trabajando, trabajo. Si estoy tomando café, tomo café. Si estoy en Instagram perdiendo el tiempo, al menos que sea a conciencia.

No sé si esto vaya a solucionar mi ansiedad de golpe, pero lo que sí sé es que seguir en este círculo de pensamientos constantes no está funcionando.

Un comentario

Los comentarios están cerrados.