Entre nieve falsa y risas simples: Nuestro Secretito – Netflix

No nos vamos a engañar: una película navideña protagonizada por Lindsay Lohan, con una trama predecible y un humor clásico gringo, no está destinada a cambiar nuestras vidas. Pero, ¿no es eso parte del encanto? Es el tipo de película que pones un domingo mientras doblas la ropa o cuando necesitas algo ligero para desconectarte sin demasiado esfuerzo.

Desde que vi el tráiler, supe exactamente lo que iba a recibir: una mezcla de comedia, romance y nieve falsa que te grita «¡Es Navidad!». Y aunque no esperaba nada revolucionario, sí me intrigaba ver cómo Lohan, ahora renovada, asumiría su papel como reina de las comedias navideñas en streaming.

Lo que me gustó

A pesar de su fórmula predecible, esta película tiene momentos que se sienten cálidos y agradables. La dirección de Stephen Herek logra capturar ese ambiente acogedor que esperamos en una comedia navideña. Y, por supuesto, está Lindsay Lohan. Aunque la historia no le exige demasiado, ella cumple con creces al aportar carisma y un sentido de diversión que se siente auténtico.

El elenco secundario también aporta su granito de arena. No son personajes complejos, pero todos tienen su momento de brillar con diálogos graciosos y situaciones cómicas que arrancan sonrisas. Además, la química entre los personajes principales funciona, aunque el guion no se esfuerce demasiado en desarrollarlos.

Lo que me pareció un desacierto

La película se queda en su zona de confort. Es tan segura de sí misma que nunca intenta dar un paso más allá. Todo es predecible: desde los giros de la trama hasta los chistes que, aunque funcionales, rara vez sorprenden.

Por otro lado, la dirección es tan estándar que casi parece que la película se dirige sola. No hay momentos memorables o visuales que destaquen, lo que hace que, aunque entretenida, se sienta como una experiencia olvidable una vez terminada.

Mi opinión final

¿Es una película navideña buena? Sí, si tus expectativas son realistas. ¿Es memorable? No tanto. Pero cumple su propósito: entretenerte con un par de risas y recordarte que la Navidad es el momento perfecto para disfrutar historias simples y reconfortantes.

Le doy un 3/5, porque aunque no innova ni impacta, logra mantenerte viendo hasta el final y deja un agradable sabor navideño. Si eres fan del género o simplemente necesitas algo ligero para desconectar, dale una oportunidad.