Moana 2: El Viaje del Océano (Secuela de Moana)

Hace poco tuve la oportunidad de ver Moana 2 en su premiere, y aunque estaba emocionado por regresar al universo que Disney construyó con tanto cariño, tengo que ser honesto: salí de la sala con más dudas que respuestas. No es una película mala, pero no logra conectar a un nivel tan profundo como la primera. A continuación, te cuento qué me dejó esta secuela.

Aspectos Positivos

  1. La animación sigue siendo un espectáculo: Si hay algo que Disney sabe hacer bien, es crear universos visualmente impresionantes, y Moana 2 no es la excepción. Los paisajes del océano, las criaturas marinas y los colores vibrantes se ven espectaculares, sobre todo en 3D. Es imposible no sentirte transportado por la belleza visual, y la animación es lo que realmente levanta la película.
  2. La química de los personajes principales: Moana y Maui siguen siendo un dúo carismático, y verlos interactuar de nuevo fue una de las partes más disfrutables. Las bromas, las dinámicas y las tensiones entre ellos siguen funcionando perfectamente. Si algo tiene esta secuela es que mantiene la esencia de los personajes principales intacta.
  3. Alivios cómicos perfectos: Pua y Hei Hei (el cerdo y la gallina) siguen siendo un acierto. Los chistes, aunque simples, se sienten naturales y aportan los momentos de ligereza necesarios para equilibrar la trama. Nada demasiado forzado ni demasiado presente, lo cual es un buen punto a favor.

Aspectos Mejorables

  1. Personajes secundarios prescindibles: Los nuevos tripulantes que se unen a Moana en esta aventura no aportan nada relevante a la historia. Son unidimensionales, y no logran generar la misma conexión que los secundarios de la primera película. Siento que estos personajes se sienten como un intento de rellenar espacio más que de añadir valor a la trama. ¿Lo peor? Algunos son más olvidables que el propio villano.
  2. El villano, un desperdicio: Si en la primera Moana teníamos un conflicto claro con un villano memorable, en esta secuela la ausencia de un verdadero antagonista se hace notar. Matangi, la mujer murciélago, tenía mucho potencial, pero se quedó a medio camino. No hay una amenaza real en esta película, y eso le quita la emoción a la historia. Lo mismo ocurre con el dios misterioso: es tan insustancial que ni siquiera da miedo.
  3. La historia, confusa y sin impacto emocional: En comparación con la original, la secuela falla en ofrecer una trama sólida. Los giros de la historia son más confusos que emocionantes, y aunque se intenta profundizar en la aventura, la falta de un verdadero desafío emocional o físico hace que la película no deje una marca importante. Lo peor es que no hay un momento clave que te haga decir «wow», como sucedió con la original. Todo se siente un poco plano y sin dirección.
  4. La música es olvidable: Si bien la primera película se ganó nuestro cariño con canciones que marcaron la cultura pop, esta secuela no tiene el mismo impacto. Aunque hay intentos de replicar ese toque único, las canciones son menos memorables. «Al Final» y «Quiero oír un ¡Chee-Hoo!» se destacan un poco, pero en general, la música no logra transmitir la misma magia que la primera entrega.

¿La Recomendación?

En resumen, Moana 2 es una película agradable para ver, pero no llega a la altura de su predecesora. Si eres fan de los personajes de Moana y Maui, disfrutarás de su regreso, pero la falta de un villano memorable y una trama profunda hacen que la experiencia se quede corta. No es una película que dejará huella, pero tiene su valor como entretenimiento visual y una opción aceptable para una sola vez en el cine.

Le doy un 2,5/5. Es una secuela que, aunque bien hecha en cuanto a animación, no logra emocionarme como lo hizo la primera película. Los niños la disfrutarán, pero los adultos pueden sentir que le falta algo más para ser verdaderamente memorable.

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